Una endoscopia nasal le permite al médico examinar todas las estructuras del interior de la nariz y los senos paranasales.
Antes de introducir el endoscopio, se abren los conductos del interior de la nariz con un medicamento descongestionante y se adormecen con un anestésico. Se introduce el endoscopio por una fosa nasal y se lo hace llegar hasta la abertura del seno paranasal, pero no puede insertarse en el propio seno.
La prueba suele realizarla un especialista en oídos, nariz y garganta (ENT, por sus siglas en inglés), también llamado otorrinolaringólogo. Se puede hacer en el consultorio del médico y toma entre 5 y 10 minutos.