Una persona puede nacer con una tendencia genética a tener alergias, lo que significa que será más proclive a desarrollarlas que otras personas. Muchas alergias son hereditarias, lo que significa que los padres las trasmiten a sus hijos a través de los genes. Por lo tanto, si tus padres u otro miembro de tu familia son alérgicos, serás más proclive a desarrollarlas.
La gente puede desarrollar alergias durante las etapas de la lactancia (siendo todavía bebés), la infancia, la adolescencia o la edad adulta, pero la frecuencia de las alergias se suele reducir en la gente mayor.
Hay mucha gente que acaba superando su alergia alimentaria con la edad. De todos modos, hay algunas alergias alimentarias que son de por vida, aunque se puede modificar su gravedad en distintos momentos de la vida.